jueves, diciembre 29, 2005

¿Eres muy macho tú, eh?

Creo que no es necesario decirlo, pero siempre hay gente que necesita una lección de historia. Largo Lagrande es el mítico acólito del pirata Lechuck, el primer enemigo (lo cual quiere decir objetivo, lo cual quiere decir muchos puzzles, en las aventuras gráficas) que hay que derrotar en la gran aventura gráfica Monkey Island 2: Lechuck Revenge (podéis recordar su eterna música aquí). Yo me pasé este juego en inglés, como muchos otros, pues lo he jugado siempre en mis queridos y olvidados Mac (¿es que acaso alguno de vosotros se pasó el Carmen Monde en francés sin saber ni papa del idioma?, ¿o el Indiana Jones y la Última cruzada y el King Quest VI en inglés siendo un simple infante?) y hubo siempre un personaje que me llamaba la atención: un pirata enano que controlaba la isla Scabb, que se llamaba Largo y que, para más inri, se apellidaba Lagrande. Nuestro primer encuentro con tan entrañable personaje se producía en un puente (el que se ve en la imagen, cuando, aún, no nos hemos topado con él) en el que nos quitaba todo lo que teníamos acumulado del anterior juego (es una forma de decirlo) y nos obligaba a ingeniárnoslas para salir de la isla y conseguir el tesoro que llamaban Big Whoop.
¿Y que habrá en este blog? ¿Pero no escribes tú en otros dos ya (y uno de ellos tuyo igualmente)? ¿No cabe lo que vas a poner aquí en la "mítica" (por vieja) y "mitológica" Freak´s City? Puede que sí, puede que no. En este blog lo que quiero es quejarme, reflexionar, lamentarme y divagar, dejando de un lado las reseñas, críticas, cosas de los amigos, etc., que ya tienen cabida en Freak´s City y Volatilis. Sólo espero que alguien lea estas idas de olla que se me vayan ocurriendo y comparta sus ideas. Seguramente no será cada día, habrá una entrada cada vez que sienta que tengo algo que escribir, quizás una historia, quizás algo que me ha pasado, quizás una poesía, quizás un pensamiento, un sueño o una chorrada como un templo de gorda. Todo está por hacer y decir aquí. Un saludo. Nos leemos.